No conoce el reposo
El aire huele a gasolina. El motor ruge: 170 CV. Aparece la pura potencia. Empieza el espectáculo para la S 1000 R, abreviado: «Solo R». Por fuera, una Dynamic Roadster; por dentro, el ADN de una superbike. Increíblemente ágil, increíblemente precisa.